lunes, 17 de agosto de 2009

TRABAJO PARCIAL 1

La importancia de la ética en el quehacer científico y educativo

Resumen
El presente trabajo tiene como finalidad reflexionar sobre algunos puntos en torno al plagio como manifestación de la falta de ética en el ámbito académico y la importancia sobre un cambio en la educación para fomentar una conciencia ética. Finalmente se proponen algunas acciones para promover dicha conciencia.

Introducción
En la actualidad la ética se va separando cada vez más del ámbito académico. Una de sus manifestaciones es el plagio cometido en las instituciones educativas. Entendiendo por plagio el robo de la producción intelectual de una persona. El plagio se puede cometer de dos formas (Cerezo, s.f) cuando se citan las ideas textuales de otro y no se colocan entre comillas, o cuando se omite accidental o deliberadamente la información suficiente para que el lector o escucha sepa de qué fuente fue tomada la idea ajena. El plagio puede presentarse por ignorancia, por poseer una inadecuada y pobre metodología para citar o también se hace deliberadamente (Cerezo, op.cit, Rojas, 1992). El plagio lo puede cometer cualquier persona de la comunidad académica; estudiantes, profesores, funcionarios académicos o investigadores. Trayendo consigo problemas de descrédito y legales.
Morín (1999) propone (implícitamente) para combatir el plagio y otros problemas actuales siete saberes fundamentales, que han de ser considerados en la educación de las futuras generaciones.

El plagio en el ámbito académico
Si bien es grave que ocurra plagio en el ámbito estudiantil, puesto que ésta es una forma de autoengaño que viola el propósito educativo de nuestra actividad (Cerezo, op.cit). Es mucho más grave que el plagio se presente entre los investigadores, profesores o funcionarios con cierto prestigio. Lo anterior habla de la calidad moral e intelectual de nuestra comunidad académica y me conduce a formular la siguiente pregunta ¿El plagio es cuestión de falta de principios o de ignorancia? Tal vez, una mezcla de ambos aspectos. La falta de principios nos indica la existencia de investigadores sin escrúpulos capaces de cometer fechorías, personas que tristemente no hacen verdadera investigación y en cuyo trasfondo se vislumbra finalmente un halo de ignorancia. Esta ignorancia indica como lo menciona Rojas (1992) la falta de una verdadera formación como científicos. Lo anterior me lleva a cuestionar si las actividades escolares son las correctas para desarrollar una verdadera formación científica o si los planes de estudio son adecuados para fomentarla.
No hay que olvidar el plagio que cometen los científicos al apropiarse del trabajo intelectual de los estudiantes, este tipo de plagio también es común y casi no se menciona en la literatura. En mi experiencia como becaria en un instituto de investigación, pude observar con desagrado algunas conductas poco éticas entre los “investigadores”, tales conductas incluían la violación de cubículos para extraer información, alteración de carteles sobre congresos donde aparecía junto al nombre del ponente palabras soeces o frases ridiculizantes, la pelea por el objeto de estudio -como si una montaña o un ser humano pudiese ser propiedad de otra persona- y finalmente observé el plagio del trabajo de tesis de estudiantes publicado en forma de artículo con el nombre del investigador que fungía como director de tesis. A pesar de este panorama desalentador, me hubiera gustado sobremanera trabajar en una institución encargada de hacer investigación. Sin embargo, no lo hice porque al final de mi carrera (no obstante haber hecho un trabajo de investigación para titularme), me sentí como un ciego en la inmensidad del desierto ante el reto de iniciar una investigación por mi cuenta. La preparación que poseía para seguir por este camino no era la idónea.

La educación futurista
Las ideas de Morín (1999) son dignas de tomar en cuenta para combatir el plagio y otros males en la educación del futuro, no obstante el fomento y diseminación de la antropoética me parece un ideal difícil de alcanzar. A mi parecer primero debemos tener cubiertas nuestras necesidades primarias según lo muestra la pirámide de Maslow, ya que me es imposible pedirle a una persona que no robe si su hijo está muriendo de hambre y a ésta se le ha negado la posibilidad de un trabajo digno. Por otra parte es una tarea de titanes luchar y erradicar las ideas religiosas, usos y costumbres que atentan contra la dignidad de los seres humanos. Para hablar de una conciencia antropoética, como bien menciona Morín (op.cit) se tiene que hablar de un solo país, de educar a una sola especie y de cubrir las necesidades básicas de un solo pueblo, el pueblo terrestre. Para empezar a formar esta clase de individuos, coincido con este autor, hay que enseñar en la ética de la comprensión. Es muy cierto lo que menciona acerca de los medios de comunicación; los medios de comunicación se modernizan y aumentan acercando a las personas pero por otro lado las relaciones familiares se deterioran y los familiares terminan incomunicados separandose. ¿Cómo hacer para enseñar comprensión si en el seno familiar el sujeto está sometido a una continua incomprensión? Me surge la duda, si como docente podré inculcar la comprensión si algunos miembros de la familia del educando no comprenden otras estructuras mentales diferentes a la suya. Se hace necesario trabajar con las familias. Los valores se inculcan en el seno de ésta. La educación del futuro debe plantearse cambios que impliquen la formación de un individuo completo e íntegro en las diferentes esferas que lo constituyen; la esfera física, la esfera intelectual, la esfera emocional, la esfera social, entre otras, sin olvidar claro está, el entorno familiar.

Propuestas para promover una conciencia ética
Si bien es cierto que educando a nuestros niños y jóvenes estamos formando a los hombres del futuro, también es cierto que las familias juegan un papel fundamental en la educación en valores, por lo que se hace necesario implementar un plan de reeducación familiar. Para trabajar con la familia y combatir subjetividades tales como el egocentrismo, etnocentrismo y sociocentrismo que Menciona Morín (op.cit) hay que implementar cursos, pláticas de concientización en los centros de trabajo, ya que, debido a la dinámica actual en muchos casos ambos padres trabajan y no cuentan con tiempo disponible.
En mi caso personal trato de vivir con congruencia entre lo que pienso digo y hago, si hablo a mi familia de respeto y consideración, manifiesto respeto y consideración por cada miembro de mi familia sin importar el rol que desempeñe. Vivo en general, respetando la vida en todas sus manifestaciones (humana, animal y vegetal), cuidando los recursos naturales, manifestando actitudes de tolerancia, humildad y consideración a mis semejantes e inculcando a mi hija estos principios.
La disminución del plagio en los estudiantes se puede lograr conforme a lo que manifiesta Cerezo (s.f), mostrando actitudes de compromiso y congruencia profesionales por parte de los profesores, con el propósito de crear una atmosfera intelectual y pedagógica de alto nivel.
En el ámbito profesional, la presencia continua de valores en mi trabajo como docente (y no solo en el ámbito profesional, sino en todos los aspectos de mi vida) tomando en cuenta que soy un ejemplo para mis alumnos. Y viviendo según la máxima que dice “trata como quieras ser tratado”.
Como investigador, cuya formación apenas comienza con el módulo de investigación y se promueve a través de la maestría. Me propongo considerar ciertos aspectos éticos a lo largo de toda investigación en la que me encuentre inmersa. Desde el inicio teniendo en claro los objetivos de la investigación y la factibilidad de ésta, hasta su conclusión, publicando datos reales, no manipulados y dando el crédito correspondiente a todas las fuentes consultadas. Mi tarea como investigador deberá estar regida por un código de ética, cuyos principios sean el no cometer plagio y tener en cuenta por sobre todas las cosas la dignidad del sujeto de estudio, el trabajar en forma interdisciplinaria, valorando y respetando la vida humana, donde el objetivo de la investigación sea el mejoramiento de la condición humana y teniendo siempre en cuenta el principio de confidencialidad.
En resumen el plagio es un mal de nuestros tiempos que puede ser cometido por cualquier miembro de la comunidad científica. Es un acto deshonesto que hay que empezar a combatir mediante una reestructuración de la educación, a través de todos sus niveles. Por lo que se hace necesaria la implementación de una educación en valores, misma que promueva una conciencia ética en todas las esferas de nuestra vida. Y cuyo objetivo -entre otros- sea promover la conservación de nuestra casa; la Tierra.


Referencias
Cerezo, H, (s.f). Aspectos éticos del plagio académico de los estudiantes universitarios. Recuperado el 10 de agosto de 2009 de http://www.pucp.edu.pe/aeg/boletin/deinteres/boletin9/general_cerezo.pdf
Morín, E, (1999) Los siete saberes necesarios para la educación del futuro. UNESCO, Librería El Correo de la UNESCO.
Rojas, R (1992). Formación de investigadores educativos. México: Plaza y Valdés.

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